Hoy les presentamos una selección de fotografías en apartamentos turísticos y propiedades inmobiliarias, en el centro neurálgico de reuniones, celebraciones y encuentros entre amigos y familiares, el salón. Representa el hogar simbólico de la vivienda, donde antaño siempre había un fuego esperando al recién llegado. Ahora, en pleno siglo XXI, la mayoría de viviendas urbanas españolas han dejado la lumbre a un lado para dar paso a la contemporaneidad. La tradición ha evolucionado hasta transformar estas estancias en salones determinados para disponer y organizar la vida cotidiana. Es el espacio donde se desarrollan todas las grandes experiencias del núcleo íntimo, que a la larga engrosan nuestros álbumes de fotografía para el recuerdo.
Como ámbito central, distribuye el resto de estancias que conforman el espacio vital en torno a su punto de encuentro. Suelen albergar varios ambientes individualizados unidos por un mismo hilo conductor. Puede acoger un bar, una zona de estudio o un rincón para el desayuno. Aunque, normalmente, son dos los pilares que destacan en estos salones: El comedor, con su mesa preparada para los próximos comensales, y la sala de estar, con un sofá de módulos para acomodar a los asistentes. Ambos ambientes estrechan lazos y se posicionan como un lugar único donde el concepto familia toma significado. En resumen, son su valor organizacional y su cariz humano los que otorgan al salón el beneplácito de ser el protagonista de nuestras casas.
La importancia de la luz en las fotografías de apartamentos turísticos
El salón es normalmente el espacio más amplio de una vivienda. Con el paso de las décadas y las adaptaciones sociales, ha experimentado algunos cambios en los tiempos de permanencia y en sus usos. Sin embargo, sigue siendo el foco de la interacción en una casa. Por eso, cuidar su estética y aliviar las carencias de la oscuridad se hace indispensable. Un salón debe ser casero y ofrecer una serie de comodidades que impliquen mantener ese estado de bienestar tan deseado en una vivienda. Para ello, el elemento luz se convierte en un indispensable. En la mayoría de los casos, modificar la iluminación de un salón puede ser más efectivo que redecorar todo el espacio. Aunque nunca está de más actualizar las estéticas para mejorar la experiencia de vida con nuestro medio personal.
Si conseguimos iluminar de forma eficiente la sala central de una casa, crearemos la posibilidad de vivir en armonía disfrutando de una estancia acogedora. Un aliciente más para relajar asperezas al entrar por la puerta tras un día duro de trabajo. Por eso, la luz natural y la localización de los vanos al exterior juegan un papel fundamental. Los blancos y neutros racionan y expanden su efecto, ampliando los límites estructurales y difuminando las sombras para hacer del lugar un espacio amable. Como apoyo, las luminarias artificiales completan las carencias de la luz natural. Esto explica por qué para un fotógrafo de interiores la luz es la herramienta que estabiliza el espacio. Es su razón para seguir las líneas de fuga hacia el infinito. Así, el salón crece y se presenta con identidad propia a través de sus imágenes.
El color hace acto de presencia
En la actualidad, los interioristas tienen una gran variedad de opciones para vivir con libertad la puesta en escena de un salón. Han pasado a la historia aquellas normas clásicas que abarrocaban los espacios y las tendencias impersonales que completaban las estancias sin estética ni orden funcional. Hoy en día, los salones modernos buscan la voz contemporánea, esa que nuestros fotógrafos de arquitectura saben exteriorizar a la perfección a través de sus fotografías en apartamentos turísticos. Para alcanzar esa modernidad, nada mejor que dar prioridad a los colores. Es cierto que, desde hace varias décadas, las tonalidades más comunes en un salón han sido las neutras. El estilo moderno más minimalista les dio poder para recrear espacios equilibrados armonizados mediante la luz. Sin embargo, la evolución de las tendencias ha desarrollado un gusto especial por los toques de color.
Aunque los colores de fuerte pigmentación han sido ignorados por las normativas tradicionales del interiorismo, en el presente, son más necesarios que nunca. Los diferentes estilos han llegado a la belleza de la proporción mediante la unión y la comparativa. Hoy, resulta fácil encontrar ejemplos de salones ataviados con distintas influencias, por eso el color sirve como indicador para remarcar la autonomía de cada detalle. En sí mismo, es un toque de distinción y una llamada de atención. Una sola tonalidad sirve como refuerzo para dar empaque al sistema estético de una sala. Aunque ahora, la moda mira hacia los duetos y los tríos. Las combinaciones ganadoras de este otoño se mueven entre los turquesas, los rosas y los corales, siempre con un fondo neutro. Igualmente, también destaca la gama de los naranjas, con sus derivaciones hacia el ocre o la teja, y la naturaleza de los mostaza.
La madera como marco estético
Un buen salón sabe reconocer lo imponente de la madera. Esa es la razón por la que este elemento natural no ha perdido su lugar en los salones, ni en ninguna otra habitación. El mobiliario de madera enriquece los espacios con un aire señorial que dignifica la naturaleza desde el interior. Aún puede ser más impactante cuando se recubren los suelos por número de listones, se colocan vigas en los techos y se recubren las paredes. La sensación de abrazo es total, y es que el porte regio de la madera, así como su naturalismo, otorgan a una sala amplia el valor de la monumentalidad. Un aspecto que, sin duda, resulta atractivo para cualquiera que entre en la estancia.
Podemos afirmar desde Fotointeriores que la madera ha aparecido en muchas de nuestras fotografías en apartamentos turísticos. Después de más de diez años en el mercado, son miles los interiores que nuestros fotógrafos profesionales han tenido la oportunidad de fotografiar y filmar. En todos ellos, salvo algún caso particular, estaba presente la madera, ya fuese como elemento protagonista o como componente circunstancial. Podemos dar fe de su reinado en el mundo del interiorismo, y esperamos seguir estando presentes en su evolución. Los próximos años van a ser muy significativos. Ahora, el color ha perdido el miedo a estar en primer lugar y la luz se atreve a luchar contra los contrastes.
El futuro del interiorismo se vaticina interesante. Y más aún para los especialistas de Fotointeriores, que saben valorar lo que realmente merece la pena mirar. Por eso, esperamos tu contacto, porque sabemos cómo presentar tu espacio al mundo.
Redacción: Adela M. Sevilla y Néstor Marchador
Fotografías: Equipo de Fotointeriores