En el día de hoy, nuestro fotógrafo de restaurantes en Barcelona, visita Casa Dorita.
Tradición y sencillez: Como en Casa Dorita en ningún sitio
Siempre que nos decidimos a probar un bocado de tradición en un espacio gastronómico vamos con la idea preconcebida de encontrar algo familiar. En muchas ocasiones la decepción es inevitable porque la tradición es la consecuencia de una experiencia folclórica. Es fundamental que un chef experimente a lo largo de su vida el desarrollo de cada una de las recetas que componen ese imaginario. Su trabajo es crear la posibilidad de una evolución y evitar la supervivencia ante los cambios de tendencias. Es una cuestión de adaptación que sobrepasa los límites del tiempo y adecua los sabores de antaño a los paladares contemporáneos.
Como se suele decir, “como en casa en ningún sitio” o “como la comida de una madre, ninguna”. Sin embargo, a veces, encontramos ofertas gastronómicas que respetan la esencia de eso tan familiar que nos devuelve a la infancia. Por un momento echamos la vista atrás y recordamos aquellos platos de la abuela que alimentaban solo con agudizar el olfato. Es el caso del restaurante Casa Dorita, un espacio acogedor que ya es referencia en el barrio de Sant Antoni en Barcelona. Este lugar de encuentro ha conseguido consolidar su menú entre sus habituales a lo largo de los últimos tres años. Se podría decir que llevan poco tiempo al lado del mercado ofreciendo sus servicios de comida y vermut. Sin embargo, a pesar de su corta trayectoria, ya se han hecho un hueco en el hambre de sus vecinos.
Un espacio gastronómico con encanto
El gran mercado de Sant Antoni es el lugar ideal para encontrar ese ingrediente secreto que rara vez localizas en otros espacios comerciales. Además, la calidad y la frescura de los productos que venden son un aliciente para organizar una visita puntual de vez en cuando. Después de un día de búsquedas y compras, el mejor momento llega cuando el descanso se traduce en una buena comida. Y la encontramos a pie de calle, a unos metros del mercado, en la Casa Dorita. Se trata de un espacio íntimo, diseñado para compartir y disfrutar de la experiencia.
Sus platos no se andan con rodeos. Desenfadados y sencillos, con un talante directo y tradicional, enganchan a la clientela hasta crear en ellos ese sentimiento de pertenencia. La amistad es parte de la filosofía de este espacio-bar que crea ambiente entre los vecinos y visitantes del barrio. Puede que el espacio de comedor sea algo estrecho, pero la distribución del mobiliario está muy bien pensada. Propicia ese aire de plaza en donde todos hablan y muchos se conocen. El ámbito se ofrece al transeúnte como un inesperado donde hacer un alto en el camino y tomar un tentempié con sabor a casa.
Fotografo de restaurantes de Barcelona entre fogones
El encanto es un valor añadido de este rincón culinario que hace las delicias de sus comensales. Su espacio se desenvuelve como un rostro tradicional que investiga tendencias más industriales y cosmopolitas. Nuestro fotógrafo de restaurantes en Barcelona encontró en su interior un hogar a la lumbre del buen carácter y de la sintonía familiar. El juego de perspectivas es un arte en este local, que se compone de espacios llenos y ángulos divisorios bien determinados. Sus puertas invitan a penetrar en el interior con una entrada vista y acristalada montada sobre un marco de metal austero. Así, la luz se cuela a borbotones en un restaurante donde la iluminación artificial hace el resto.
Los colores neutros reinan y se distribuyen por toda la sala definiendo pequeños espacios de reunión. Las lámparas atraen al visitante con su aspecto industrial hasta la barra, donde un grifo de vermut encandila los paladares. Los metales contrarrestan la imagen arquetípica tradicional y dan un toque de distinción a la tradición. El elemento estrella, la madera, se extiende por todo el espacio como un guiño al pasado. A su vez, el ladrillo, la cestería y los textiles naturales cierran la composición. En conjunto, el lugar se hace querer con su atmósfera distendida y hogareña. Se deja notar su alma entre plato y plato, mientras las horas pasan y vuelan.
Comida y emplatado al gusto de la
abuela
Las modas rompedoras llegan hasta Casa Dorita para quedarse en la puerta y mirar desde fuera. Se unen así, con su característica interpretación de lo tradicional, a una oferta gastronómica muy amplia que vertebra el barrio de Sant Antoni. Cada entrada en el menú es una declaración de intenciones que viene a recordar la importancia que tiene
el producto de nuestra tierra. Cada emplatado, visto a través de los ojos de un fotógrafo de restaurantes, llena el estómago antes de encomendar el pedido. Sus chacinas y quesos dan fuerza a las conversaciones de la sala hasta llegar a la cuchara, la herramienta clave de este establecimiento. Así, el campaneo de comidas calientes se deja oír entre el gentío que llena este restaurante día sí y día también.
Como era de esperar, nuestro fotógrafo de empresa se introdujo en su pequeña sociedad de faves y carnes curadas. La mezcla de sabores y olores se perciben en sus imágenes, llenas de ese campo que se echa en falta en medio de la ciudad. La madera se transforma en un marco de referencia que lleva la línea de cada fotografía realizada por nuestro fotógrafo de restaurantes en Barcelona. Sus vetas naturales teletransportan al cliente a esas bodegas de calor y fuegos que quedaron
encasquilladas en el recuerdo. Una suerte de proyecto que para Fotointeriores ha supuesto un nuevo reto profesional y una nueva amistad más allá de los negocios. Y es que, no todos los días se tiene la fortuna de conocer a dos grandes profesionales de la cocina como lo son Isabel y Joan.
Tu restaurante también merece un reportaje fotográfico realizado por nuestro fotógrafo de restaurantes en Barcelona para marca la diferencia. Estamos a tu disposición, para oír tus sugerencias y atisbar un proyecto de éxito. Solo tienes que ponerte en contacto con nuestro equipo y pedir presupuesto. ¡Te esperamos!
Fotógrafo de restaurantes en Barcelona a tu disposición!
Redacción: Adela M. Sevilla y Néstor Marchador
Fotografías: Equipo de Fotointeriores